Jacobo, el mimo, no era mudo, pero después de que su novia lo dejara, decidió no hablar más. Era un mimo mediocre, pero su silencio lo hacía destacar en la plaza Morazán de San Salvador, donde trabajaba. Allí, día tras día, se comunicaba con la gente a través de gestos y movimientos, creando pequeños momentos de magia que dejaban a los espectadores maravillados.
Un día, Jacobo se encontró con su exnovia Matilda en la plaza. Ella trató de hablar con él, pero Jacobo se negó a hacerlo. Era cuestión de orgullo. A medida que pasaban las horas, la tensión entre ellos crecía. Jacobo se sentía cada vez más frustrado por no poder comunicarse con Matilda, pero no estaba dispuesto a romper su juramento de silencio.
Entonces, algo extraño sucedió. Cuando Jacobo intentó hablar, descubrió que había perdido su voz. La gente que los rodeaba se dio cuenta de que algo extraño estaba pasando. Jacobo se desesperó al darse cuenta de que había perdido la única herramienta que tenía para comunicarse con Matilda.
Fue entonces cuando una viejita se acercó a Jacobo. Le dijo que ella había sido una de las primeras personas que lo había visto actuar en la plaza, y que había notado algo especial en él. Le explicó que si Jacobo hablaba, la magia desaparecería y su infancia se iría con ella. Le dio un consejo: “No necesitas palabras para comunicarte, utiliza tu arte y tu corazón”.
Jacobo se quedó pensando en las palabras de la viejita. Miró a Matilda y comprendió que ella todavía lo amaba, pero él había sido demasiado orgulloso para darse cuenta. Entonces, decidió hacer las paces con ella. Se acercó a Matilda y le ofreció una flor. Ella lo miró a los ojos y sonrió. Jacobo supo que su silencio no importaba, porque su amor por ella era más fuerte que cualquier palabra.
A partir de ese día, Jacobo utilizó su arte y su corazón para comunicarse con la gente. Aprendió que el silencio puede ser una forma de comunicación, y que el amor es más importante que el orgullo. La gente de la plaza Morazán lo miraba con admiración y asombro, y Jacobo, el mimo, había encontrado una nueva forma de hacer magia.

Leave a comment