Hay muchos como nosotros. Algunos tienen más suerte que otros. La verdad es que nosotros somos particulares, somos el par de un artista. Muchos dirán: ¡qué locura! ¡Qué emoción! ¡Qué suerte tienen de ser los pantalones de un artista! Sin embargo, la verdad es que no es una bendición; lo consideramos una maldición.
Nuestra vida es, ciertamente, interesante. Cada día, cuando nos usan, no sabemos si seremos parte de una obra de arte o un simple lienzo para experimentar con la mezcla de colores. Observamos cómo nuestro artista toma un lienzo en blanco, como si fuera un papel en blanco, y lo transforma a su antojo. Presenciamos cómo su visión cobra vida con la punta de un pincel.
Cada vez que un lienzo empieza a llenarse de pintura, a ser salpicado por la magia, quizás tengamos un poco de suerte y un pequeño porcentaje de esa creatividad nos alcance. El dilema es que esta ha sido nuestra vida desde siempre. Nos convertimos en arte, sin pedirlo, o al menos eso es lo que pensamos, porque en realidad nunca lo seremos. Estamos saturados de arte, cada mancha es una parte de la creación de una obra. Somos como “un museo extra”, pero nos dicen que no somos arte, así que observamos desde la banca.
Ser arte implica ser reconocido, y la verdad es que al ser los pantalones de un artista, lo más que podemos esperar es alcanzar el nivel de fama de una modelo de Instagram. Aparecemos en una historia de Instagram y se burlan de nosotros. Nos comparan con un Pollock mal logrado. Somos un error que el artista no tenía intención de cometer, pero lo repite una y otra vez para hacer “chistes” y obtener una imagen “pintoresca”.
El único que nos quiere es nuestro artista, y nosotros lo queremos, pero a veces nos preguntamos si somos una herramienta o si realmente podríamos llegar a ser algo más. Nuestros hermanos, los pantalones sin manchas, pueden salir a la calle, reciben halagos y las obras del artista se exponen en museos, subastas e incluso decoran casas. Nosotros ni siquiera merecemos la lavadora; muchos sugieren que nos tiren a la basura, que ya no servimos.
Por eso, hoy quería compartir esto con ustedes. Cuando vean a un artista, pregúntenle por la historia detrás de los pantalones. Al igual que nosotros, comenzamos como seres sin arte y con cada obra fuimos creciendo y convirtiéndonos en lo que somos. Así que cada vez que contemplen una nueva obra, piensen en nuestra historia reciente, porque al final del día, tal vez nos abandonarán y seguirán adelante sin nosotros. A pesar de toda la magia que albergamos, nunca seremos arte, una verdad que llevamos en lo más profundo de nosotros.

Leave a comment