El caminante flotante

El caminante flotante

Por Regina Carbonell

Camino entre sueños de azufre y de miel, una ilusión de azul celeste vestida con pieles de lobo. Diez metros adelante y diez metros por atrás, siempre entre sueños y esperanzas. Ni un paso atrás, ni uno adelante, simplemente por el medio, cerca del arrepentimiento y el lamento.

Camino entre las líneas de la vida. Flotando entre una y la otra, manteniendo así el orden de la existencia. Lo que una vez amé, amaré en la eternidad de los sueños, pero no la realidad de mis sentidos. Mis ojos no ven lo que mis orejas escuchan, más, lo siento en lo profundo de mi alma; tu mano con la mía.

Sin embargo, yo, tan solo un caminante flotante, una gota en el pantano de la vida, me oso a mirar como los rallos tenues del sol pintan tu cara de naranja murria. Tus ojos aún pesados de cansancio me estremecen pensando que en el vacío me miras devuelta. Es solo una ilusión, no me miras a mi caballo entre la penumbra, pero al ventilador en el techo que sin rumbo vagamente revuelve el aire caliente de tu alcoba.

Me permito por un miserable minuto disfrutar del silencio entre los dos. Un silencio cómodo, plácido, que me embarra hasta las pestañas de abundancia. Respiro la eternidad que existe en el minuto, llenando mis pulmones, que me arman de deseo. Estiro mi mano medio paso adelante y el calor de tu cuerpo me hierve la sangre. Aun así, te volteas y las yemas de mis dedos se me congelan en el vacío. Te retuerces, tu cuerpo estirándose hacia los lados, pero, no hacia mí, nunca hacia mí.

Mis labios secos se parten y aun en silencio te susurran una melodía que solo tu corazón reconoce. Te vuelves a retorcer, tus ojos mundanos miran nuevamente atreves de mí esperando encontrar la cara de otra en la mía. No me duele, ni me pesa, pues no conoces mi cara, ni mi voz, ni mi piel, soy solo el aire en tus venas.

Por medio segundo, tus ojos encuentran los míos y me ves como si nunca me hubieras visto. Tus pupilas dilatan realizando que el reloj en la pared marca las 9:11 de la mañana. La ilusión se desmorona y floto nuevamente lejos de tu alcance.

Camino desconsoladamente entre el olvido y la amargura, mis pulmones aún llenos de ti, mi alama llorándote. Soy tan solo un ángel en la esquina de tu alma que no vale ni medio paso de tu tiempo.

El caminante flotante

Por ALFONSO SIMÁN

El hombre contempla el mundo delante de él como prolongación de su propio ser, bajo una perspectiva amplia y serena que roza con lo sublime. Eso es lo quiero pensar, escribimos para imaginar que lo que hacemos, decimos, las palabras que escogemos y las juntamos en una amalgama que a veces significa algo, pueden generar una huella para quien decide decodificarlas.

La verdad es que la mayoría de nosotros solo seremos un hipo en la memoria de alguien, un segundo de ilusión, un momento de asco, una fantasía sin ejecutar.

A veces me pregunto que tan infinita es la eternidad y eso me agobia. En algunos de mis sueños logro volar, por encima de un país que llora, una tormenta de dudas sobre el futuro, pero también vuelo por encima de besos que son eternos, whisky que estremecen los pensamientos de paz y tranquilidad. Se siente como si estuviera en un océano donde estoy solo, pero donde sé que hay alguien esperando por mi llegada a la orilla.

Alguien que espera sacarme de donde estoy para decirme que si quiero decir algo: no necesito párrafos, estrofas, palabras que riman o tan siquiera ponerme melancólico por la noche.

A veces pienso que estos textos son mi terapia, que el caminante flotante no es lo que exteriorizo, sino lo que interiorizo. No quiero caminar encima de mí. Siento como me hace daño, seguir en el mismo lugar pensando que nunca voy a cambiar, que todo el mundo que contemplamos es una prolongación de nuestro propio ser, que es alterado según lo que vivimos, leemos y sentimos.  Siento que a veces, mis dos yo, tenemos una gran química sin necesitar una antena para comunicarnos y contarnos lo que necesitamos y ahorita lo que me pide es algo que no le puedo dar: silencio.

One response to “El caminante flotante”

  1. Great story! Love it!!!

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